jaque

Siempre me han afectado sobremanera las películas y los libros que he leído, y durante estos días me he sorprendido más de una vez analizando mi vida como si de una partida de ajedrez se tratara. A veces soy un peón, la reina, un caballo, el rey, o un alfil. Casi nunca una torre. Y me vuelvo blanca o negra según el día.
Todos, en realidad, adoptamos actitudes que podrían equipararnos a figuras de este juego, en constante cooperación y batalla con los demás, siempre en movimiento. Adoptamos roles, nos adaptamos al entorno “yo soy yo y mis circunstancias”. Es una cuestión de pura supervivencia.
Me pregunto qué pasaría si un día tanta transmutación de identidad terminara con nuestra estabilidad psicológica. O peor... ¿qué pasaría si un día la reina se negase a volver a ser peón?
2 comentarios
la gallina -
Anónimo -
Y siempre tenemos que vivir de la estrategia, o nos comen,
besitos