ahorrarme el metro), y paso por delante del Triangle de Plaça Catalunya. Elevo la mirada y... señor, que horror, un enorme lazo de luces envuelve el gigantesco edificio mientras unos infernales altavoces berrean a todo trapo villancicos, campaneos y guitarreos. Y me acuerdo que todavía es Navidad. Joder, que pesados. Ya compré los regalos, los di, me regalaron los míos, bebí cava, comí gambas y turrón, le pegué al tronco y, por supuesto, fui a misa del gallo. Desde entonces llevo dos semanas trabajando y cada vez que cojo el teléfono me ametrallan los oídos “los peces en el río” y “Blanca Navidad”.Sumado a la respuesta generalizada: “¿tal persona? Uuuyyy... está de vacaciones, hasta el lunes nada”. Los otros años me encantaaaaaaba la prolongación de estas fechas, pero ahora que estoy trabajando estoy harta, harta, hartísima. Soy una rabiosa y una envidiosa.
Bueno, las Navidades, en general, son pesadas y cansinas, difíciles de aguantar. Por eso es mejor pasar estas fiestas en sitios donde a penas se perciba todo este "ambiente navideño". Por lo que veo tú no puedes evadirte... :_(
mixtu -
Pois estar a trabalhar em altura de festas é aborrecido saludos
y yo acá, sentada, cansadísima de esperar la foto tuya de año nuevo con el vestido precioso :):):) No me importa que eso te recuerde el fin de año, jejejeje
3 comentarios
Colibrí Lillith -
mixtu -
saludos
noemi -
No me importa que eso te recuerde el fin de año, jejejeje