Malas jugadas

Que suerte la mía, he podido coger el abrigo antes de salir despedida por la ventana, por lo menos no me constiparé. He subido como un globo soltado por un niño a lo alto del patio de luces del edificio, y he seguido elevándome por encima de los tejados de la ciudad. Las corrientes de aire me han trasladado de un lado a otro. Delante de mí el mar, detrás la montaña. Y yo meciéndome y dejándome llevar.
De repente ¡au! He notado un pinchazo en el culo. Desde entonces estoy colgada en lo alto de la Torre de Collserola, enganchada por una presilla del pantalón, con mi cabeza cinco veces más grande y el dedo aún metido en la oreja. Quizás por eso crean que soy un muñeco y no han venido a rescatarme... ¡Socorro!
2 comentarios
noemi -
Colibrí Lillith -