Raíces

Está a cien quilómetros del mar, y a otros cien de la montaña. Enclaustrada en ese pequeño hoyo, se sabe que los años pasan por el cambio de estación. Todo lo nuevo la asusta, pero más terror le causa reconocer que da la espalda al futuro, así que mi ciudad intenta ser moderna mientras se viste de fiesta los domingos para ir a la iglesia.
El dinero alarga mucho, y no sólo por que todo es barato, sino por qué nadie está acostumbrado a gastar nada. En ningún restaurante encontraréis menú, por qué todo el mundo come en casa. Los neones del multicine enloquecen en la punta de una larga y antigua calle que hace las veces de centro social y comercial.
Los que la visitan no saben ver su belleza, pero mi ciudad tiene sangre de agricultores y ganaderos, de personas que murieron trabajando.
Una vez al mes, cuando el tren llega a la estación, pego la nariz al cristal, y ella abre los brazos como una madre que celebra mi regreso.
este post va dedicado a Raydigon, dado su interés por mi ciudad-pueblo
2 comentarios
RAYDIGON -
Mil gracias por tu dedicatoria y por hablarme de tus raices, debe se un lugar magico y tu debes verte mas guapa al pegar la nariz al vidrio de tu ventana, sigue hablandome de todo lo que hay por ahi, en tu mundo...
BESOTE DESDE MÉXICO
la gallina -