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una gallina quiere volar

Pillo la tirolina y me largo

Pillo la tirolina y me largo Ayer estuve pensando en ti todo el día.
Me depilé, me compré ese tanga que sé que te gustará, y me fui al supermercado a comprar vino, gambas, salmón y fresas.
Estuve cocinando con música, y luego me bañé con sales perfumadas.
Me maquillé un poco, lo justo para que me vieses guapa sin excesos.
Y antes de que llamaras al timbre ya estaba húmeda de pura excitación.
Cuando llegaste me diste un beso rápido. Cabreado, me empezaste a contar que tu vida era una mierda, que no habías cobrado lo que pensabas, que una furgoneta te había roto un intermitente y que estabas cansado, por eso querías ver el fútbol y en lugar de vino preferías cerveza.
A veces, realmente, me gustaría que hubiese una cuerda atada en mi balcón para deslizarme por ella y dejar que la tele escuche tus quejas.

2 comentarios

Colibri Lillith -

Hay que saber ponerse en el lugar del otro, siempre, por parte de él y por parte de ella :)

noemi -

Eso digo yo, deberían llegar frescos, descansados, sin quejas, y listos para seducirnos, hacernos el amor, escuchar NUESTROS rollos... pero por alguna razón ellos esperan madres en lugar de novias, que lio, no?