Volví los ojos del revés de manera que las pupilas miraran hacia atrás, y de esta forma me sumí en un viaje por los recuerdos. Primero analicé los hechos más recientes, rápidamente retrocediendo en la infancia. Vi mi primer beso, esa borrachera memorable, el castillo de Sheera y el Reino Mágico que me trajeron los reyes, el nacimiento de mi hermano, la bañera contra la que me rompí los dientes, mi cuna de barrotes, mi profe de la guardería. Después de eso mi mirada se introdujo en la información grabada en el subconsciente, y me descubrí chupando el pezón de mi madre, saliendo por su vagina, creciendo en su útero oyendo la voz de mi padre. Y el ojo que mira adentro penetró en la memoria genética, la velocidad aumentó de golpe, y me sentí desplazada. Era un mamífero con pelo, era una ave con pluma. Noté mi piel áspera, una gran fuerza, grandes dientes afilados, necesidad de correr. Y me di cuenta que no era tan diferente entonces de ahora. Sólo que mi físico se había hecho más pequeño y mi mente más grande. Y que el nuevo espacio mental sirve para almacenar dudas, neuras, miedos, paranoias. Quizás quiera volver.
bien pensado, ¿para qué volver? Todas esas dudas, neuras, miedos y paranoias hacen compañía a valentías, seguridades, ternuras, alegrías, placeres, inquietudes, sorpresas,vívida vida.
Gracias de verdad por tu comentario ha sido una alegría que almacenar para contraponer a la duda que me asalta cada vez que cojo la pluma.
2 comentarios
noemi -
besitos guapa.
Armando -
Gracias de verdad por tu comentario ha sido una alegría que almacenar para contraponer a la duda que me asalta cada vez que cojo la pluma.