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una gallina quiere volar

Cocaína

Cocaína El otro día oí por la tele que el consumo de drogas actual está llegando a los niveles de los años ochenta.  Si por aquel entonces la principal droga era la heroína, por la que hoy sentimos verdadero terror, el polvo de moda es ahora la cocaína. Muchísima gente la consume, ya no se trata de una palabra prohibida y marginal, todo el mundo tolera las bromas de las “rayitas” y se trata de un tema más o menos normalizado.
En diversos bares se hace posible y natural el esnifar tranquilamente encima de la mesa mientras tomas un sorbo de combinado. Los demás clientes se acercan con naturalidad y te piden un cigarrito mientras tú te mueves entre papelas, tarjetas, rulos y rayas.
La compra-venta puede realizarse mediante pequeños camellos que trapichean un poco y que, a modo de “tele-fato”, te traen el pedido a casa en menos de media hora. Otro modo, y quizá el más habitual, es moverse por la archiconocida Zona Franca dónde la mayoría de portales están permanente abiertos y casi todas las puertas de los pisos llevan ventanilla incorporada. Parece una gasolinera. Paras el coche, cinco minutos, y una vez has repostado se para el siguiente. Casi es un Mac-Auto de la perdición. Y muchos otros se han apuntado al filón de una droga cuyo consumo sube como la espuma y que, además, resulta una de las más lucrativas.
¿Rememoraremos la caída, las muertes, la indigencia y enfermedad de toda una generación golpeada por la heroína? ¿Seremos nosotros los futuros yonkis? ¿Hace falta la equivocación de muchos para la posterior salvación de todos?

4 comentarios

noemi -

Hey, ya quita esa cabeza de gallina podrida, que está horrible.

Besitos.

la gallina -

Desde luego, mefistóteles, gracias por tu pedazo de comentario. La más gran verdad es que quien consume droga es por qué no es feliz y así, durante un rato, se le olvida. A pesar de que todos sabemos que no es la solución.

Mefistofeles -

Bueno, no hay que extrañarse. Que suceda eso en una sociedad donde las drogas están tan bien vistas es lamentablemente normal. Al fin y al cabo la mentalidad es consumir hasta morir, y algunos lo hacen literalmente. Se amparan en esas libertades individuales de “puedo hacer con mi cuerpo lo que quiera”, que si bien, en general tienen razón, acaban por repetir argumentos sobre una libertad liberal bastante simplona y aparente, ya que si bien eres libre de drogarte, no se hasta que punto lo haces en verdad de forma libre. Aunque eso si, muchos se sienten muy rebeldes, ya que drogarse es antisistema, pues las drogas están prohibidas, y hay que llevar la contraria. Pero realmente el estado no tiene un interés serio en evitar que la gente se drogue, pues ya han comprobado en varios países como las drogas anulan por completo la lucha de sectores marginales, especialmente en los sectores más empobrecidos y en las cárceles, y pretenden extender esa somatización a otros sectores sociales. Así que eso no cambiará mientras no sea la propia gente la que reflexione.
La verdad, me ha alegrado leer tu texto, ya que últimamente parece que es una norma el drogarse cada fin de semana para pasárselo bien, alienándose artificial y temporalmente para tratar de superar la insatisfacción de problemas que no se arreglarán así, o simplemente porque piensas que así te divertiras más, y si no eres un aburrido o un moralista.
Saludos.

noemi -

Por lo pronto, tu cuídate :)