
Ayer me fui a cenar fuera, y me pasó lo de siempre. Tenía mucho sueño antes de que me trajeran el primer plato, pero con el vinillo me fuí animando, animando, y después de la cena vino una copa, y luego otra, y otra... Así que, en resumen, he vuelto a hacer lo que sieeeeempre digo que no pienso hacer: he dormido 2 horas y ahora estoy en el trabajo. Ya os podéis imaginar mi deplorable aspecto.
0 comentarios